sábado, 10 de noviembre de 2012

La fonda, Barcelona

El restaurante La Fonda, se encuentra en la calle Escudellers 10, muy cerca de la plaza Reial. El restaurante pertenece a los mismos dueños que Les Quinze Nits, en la plaza Reial, aunque no es tan conocido como este.

Llegamos a la puerta sobre las 14:15 y ya había gente esperando, en una fila en la puerta. Ya habíamos visto el día anterior que en Les Quinze Nits también había cola de gente esperando, tanto para comer, como para cenar. Nosotros no tenemos costumbre de esperar fila para comer en un restaurante, pero en esta ocasión y dado que el restaurante era una recomendación, decidimos esperar. No fue una larga espera, como solo eramos dos, en unos 15 minutos nos pasaron a la mesa.


El restaurante cuenta con dos plantas, en cada una de las cuales hay alrededor de 50 mesas. Tiene poca luz, y a pesar de la cantidad de gente que puede haber comiendo, no da sensación de agobio. La decoración es modernista, con vigas vistas de madera y grandes ventanales, y mesas de madera y mimbre.

El tipo de cocina es mediterránea y sobre todo tradicional catalana. Dentro de la carta se pueden encontrar típicos platos catalanes, como fideua con ali-oli, sopa de rape, farcellets, calçots, crema catalana... junto con otros típicos de la cocina mediterránea en sentido más amplio, como el bacalao, el lomo asado, la tortilla de patata, y paellas y arroces variados.
Nos decidimos por farcellets de pernil (7,23€)y platillo de croquetes de pollastre y bolets (5,41€) como entrantes. Los farcellets eran espárragos verdes con jamón ibérico enrollado alrededor y bechamel. Las croquetas venian acompañadas de ensalada de canonigos y te ponen 4, dos de boletus y dos de pollo. Los dos platos nos gustaron mucho, sobre todo las croquetas de boletus.
De segundo pedimos canelones de espinacas (6,05€), y bacalao al estilo del Buen Pastor (9,64€). Los canelones los sirven en una cazuela de barro, y están muy buenos, la bechamel muy jugosa y ligera. El bacalao lo sirven en plato grande, acompañado de patatas y pimientos rojos al horno y con una salsa de queso hecha con un poco de nata. También estaba muy bueno, y el bacalao en su punto de asado. 

En cuanto al servicio, aunque he leido opiniones que hablan bastante mal de camareros y camareras, tengo que discrepar. Nos atendieron con amabilidad, bastante rápido, y lo único que no costó más es que nos cobraran, que tuvimos que esperar un buen rato. Pero en general, muy bien. Incluyendo agua, cerveza y pan, pagamos 36,61€ que no nos pareció caro.


Como resumen, diremos que es un restaurante bastante recomendable para comer en el centro de Barcelona. No es un restaurante excelente, pero la relación calidad precio es buena, la carta es variada y el ambiente del restaurante es agradable. Además se puede pagar con cheques de comida, que siempre es una ventaja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario