jueves, 14 de septiembre de 2017

Street Stritt, Marina di Casal Velino, Italia

Durante nuestras vacaciones de verano en el Cilento (zona sur de la provincia de Campania), una de las noches nos acercamos a cenar a este restaurante, recomendado por la persona que nos alquiló la casa donde nos alojamos. Nos dió varias recomendaciones, pero la verdad que un día por otro, acabamos yendo solo a esté.

El restaurante se encuentra al lado de la playa del pueblo, en una calle muy estrecha y perpendicular al mar. El nombre que tiene, viene de las características de la calle en la que se encuentra, que es realmente estrecha. Apenas cabe un coche de ancho. La dirección concreta es Via strada Santa 7, 84040 Casal Velino y el teléfono para reservas +39 331 912 4056

Eran las 21:00h y llegamos sin reserva. La camarera nos preguntó que cuantos eramos, le dijimos que 5, y por suerte, había una mesa libre en la terraza. Nos sentamos, y nos trajeron la carta para echar un vistazo. La carta no es excesivamente amplia, cocina típica italiana utilizando los productos del mar, que tan a mano tienen al estar el restaurante en un pueblo costero y pescador. Pasta con pescados y marisco, pescados, mariscos y alguna opción de carne. Además, algún plato para vegetarianos. Para beber, una amplia carta de vinos, centrada en la Campania, pero también con vinos de Abruzzo, la Toscana, Sicilia y otras regiones de Italia. 

Pedimos spaghetti a vongole, linguini (la pasta típica de cilento, no es como el linguini del resto de Italia, como podéis ver en la foto) al pesto con tomate seco y parmigiano, rigattone con cernia (mero) y tomate natural, orata (dorada) in croste de patate a polvere de pistacchi y rape rebozado con verduras y brotes. Además, pedimos como antipasto misto del chef, un variado de entrantes con calamares, sepia, tomate con albahaca... para beber pedimos agua y media botella de vino blanco de la casa.

Al poco rato, nos trajeron el agua (2€) y el vino (4€). El vino de la casa en una frasca, un blanco con un poco de aguja, bastante frío y que estaba muy bueno. La espera de la comida se hizo larga y cuando llevábamos con media hora, se acercó una camarera a informarnos de que habían tenido un problema en la cocina y que por eso el retraso en servir los platos... y que para compensarnos, nos traian mejillones. Nos trajeron dos fuentes de mejillones al vapor bastante grandes para los 5, lo cual nos pareció un muy buen detalle. Estaban muy buenos y nos los comimos todos.... aprovechamos para preguntar por el antipasto, la camarera nos dijo que se les había olvidado y ya le dijimos que no lo pidiera, ya habíamos tomado aperitivo con los mejillones.

En otros 10 minutos nos trajeron los platos. El mio era el de rigattone con cernia y tomate natural y estaba muy bueno. La pasta aldente, la salsa muy jugosas y con trozos de mero y tomate cherry natural... con poco aceite y muy sabroso. La pasta con pesto también buena, pasta fresca aldente, aunque quizá un poco soso el pesto para mi gusto. La dorada también muy buena, asada y con la salsa de pistachos para hacerla un poco más jugosa. El pescado rebozado, aunque no me gusta mucho, también estaba muy bueno, sin casi aceite y muy fresco. Y la pasta a vongole también buena, spaghetti aldente y salsa sabrosa.

Pedimos la cuenta, 87€. 10€ el cubierto (2€ persona), 4€ del vino y otros 4€ de dos botellas de agua, 38€ de las tres pastas y 31 de los dos pescados. 17,40€ por persona, que no es excesivamente barato por un plato de pasta y una bebida, pero hay que tener en cuenta la calidad del género, la presentación y la originalidad de los platos.

Por tanto lo recomendamos como un restaurante donde comer buena comida italiana con productos del mar a unos precios razonables.



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