Restaurante Whilly's, Sancedo, León

La semana pasada, aprovechando el puente y que aún se podía disfrutar de las jornadas gastronómicas del Bierzo, echamos un vistazo a los restaurantes. Participaban en las jornadas, unos 30 restaurantes. La mayoría de ellos en Ponferrada y alrededores, pero repartidos por toda la comarca berciana. Estuvimos mirando si alguno tenía menú para vegetarian@s y justo encontramos este, el restaurante Whylly's en el el pueblo de Sancedo, a unos 10km de Ponferrada. Así que reservamos una mesa para las 14:00 de un viernes festivo.

Antes de ir, estuvimos paseando por Ponferrada y aprovechamos para visitar el museo del Bierzo. Un interesante museo donde se puede aprender sobre la historia de dicha región, desde el Paleolítico hasta nuestros días. Por ejemplo, es muy interesante un documental sobre la elaboración de la tela de lino y su trabajo en los telares. Un trabajo realmente duro y tedioso que realizaban las mujeres de forma colectiva.

El pueblo de Sancedo está rodeado de bosque y se distribuye a lo largo de la carretera LE-

711. Es un pueblo muy pequeño, y enseguida llegamos al restaurante. Como se puede ver en la foto, es una casa, y en el lateral de la misma, está el restaurante. El cartel casi no se ve desde la carretera, pero tienen puesto otro en la acera, que es el que nos permitió encontrarlo.

Entramos, y enseguida nos sentaron en el salón. Además tienen bar, donde estaba la gente del pueblo tomando algo. El salón es pequeño, la capacidad será como para unas

30 personas. Nos sorprendió que había ya bastante gente. Una mesa de 10 estaba ya ocupada y otra de 2. Además, mientras comíamos fueron llegando más personas, hasta que se llenó por completo. Nos sorprendió, pensaba,ps que en un sitio tan apartado, estaríamos prácticamente solos. También hay que tener en cuenta que era un puente.

Enseguida llegó el camarero, y le pedimos para beber agua y vino. El vino, nos dió a elegir entre varias opciones de vinos jóvenes del Bierzo monovarietales de mencía y como no conocíamos ninguno de los 3, elegimos Valderica. Un vino joven fresco y correcto, aunque nos lo sirvieron demasiado frio. Según fue cogiendo temperatura, mejoró bastante.

Enseguida nos trajeron el aperitivo. Queso con champiñón, queso con chorizo, crema de cecina con mermelada de pimiento y salchichón de ciervo. Como una de las dos personas que estábamos era vegetariana, le trajeron un plato aparte con algo más de queso. Los quesos muy buenos, sobre todo el de champi. La crema de cecina también, acompañada con la mermelada de pimiento. Y el salchichón cortado en rodajas muy finas, con un sabor fuerte de la carne de ciervo. Empezamos bien el menú degustación.

En cuanto lo acabamos, nos trajeron las croquetas de boletus. Un plato con cuatro croquetas de tamaño normal. Muy ricas, jugosas, pero apenas sabían a boletus.

A continuación llegó un revuelto de setas. Una cazuelita de barro con setas de varios tipos y huevo. Muy rico, las setas con bastante sabor, sobre todo los boletus.

Pasamos ya al tercer plato, un rissoto de boletus en una cazuela de latón. Nada más verlo,

nos pareció que llevaba nata, por lo bien ligado que estaba. Pero al probarlo, o bien llevaba muy poca, o nada, porque resultaba muy ligero y con muy buen sabor. Aquí ya estábamos casi llenos, no somos de mucho comer.

Cuando terminamos, nos trajeron los crepes con salsa de boletus rellenos de picadillo, pimientos del bierzo y repollo. Al haber pedido menú vegetariano para uno, nos los trajeron sin picadillo los dos. Iban decorados con boletus y con una salsa de nata, que no sabía mucho a boletus. El relleno de pimientos y repollo muy rico y original.

A continuación llegó el turno de la cebolla rellena de carne de ternera y cerdo picada, con boletus y reducción de Godello (vino monovarietal de uva blanca autóctona del Bierzo). Estaba muy buena, aunque también se notaba poco el sabor de los boletus. En la opción vegetariana trajeron un plato de setas pochadas, con varios tipos. Destacaba el sabor de los boletus.

Mientras comíamos este plato, nos trajeron la degustación de setas al ajillo en una

cazuelilla de barro: níscalos guisados, trichaloma portentosum, cantharella y trompetas. Estaban muy buenas, pero ya estábamos tan llenos, que apenas las tocamos. Pedimos al camarero que nos las pusiera para llevar, pero nos dijo que no tenía donde ponerlas para que nos las llevaramos y las retiro con bastante celeridad. Nos pareció un detalle bastante feo, porque si has pagado el menú completo, tienes derecho a llevarte lo que no comas, y en cualquier restaurante tienen algún envase de plástico donde ponerlo. Pero no vimos por su parte ninguna intención.

En ese momento ya pasamos a los postres. Nos trajeron un plato con trozos de varios postres: tarta de la abuela, tarta de calabaza, tarta de castaña y tarta de manzana reineta del bierzo. Todas ricas, pero especialmente la de castaña. Muy jugosa y con un sabor a castañas recién asadas.

Luego pedimos un poleo y café, y nos ofrecieron un chupito. Pedimos de hierbas, y nos trajeron uno que parecía casero, muy bueno.

En conclusión podemos decir que comimos muy bien de cantidad y de calidad, pero poca variedad: todos los platos basados en setas, y algunos muy similares entre ellos. Entendemos que no se ciñan exactamente al menú que tiene publicado de las jornadas, sobre todo cuando ya estábamos en la recta final de las mismas. También entendemos la dificultad de disponer de setas de calidad, dado que apenas ha llovido en el último otoño.

El personal amable y atento, el servicio rápido y el precio aceptable. El lugar es cómodo, aunque quizá un poco ruidoso si hay mucha gente en un salón pequeño, como sucedió en esta ocasión. El sitio tiene fácil acceso, puesto que está en la calle principal de Sancedo y no hay problemas para aparcar.

La parte más negativa quizá el detalle feo de no ponerte para llevar lo que no te puedas terminar.

Con respecto al menú vegetariano, no podemos decir que se tal. Adaptan el menú, quitando los platos con carne y cambiandolos por otro, pero no se puede decir que sea vegetariano como tal. Aún así, es un avance con respecto al resto de restaurantes de las jornadas, que seguramente ni se lo plantean.