El Tropic Beach es un chiringuito-restaurante, que se encuentra en la playa de Sant Pere Pescador, en la carretera que une dicha localidad con L'escala. Para llegar hay que tomar dirección a Sant Pere Pescador playa, y una en dicha carretera hay un cartel que lo indica, al lado de un camping, el Anfora.
Se aparca en la misma playa, y se accede a la terraza del restaurante, que es bastante grande. Al finalizar la misma está el propio edificio, que realmente no es más que una pared de ladrillos con cristales a los lados, y prácticamente abierto por el frente, y con techo. No está decorado apenas, y tanto la barra como las mesas, son todas de madera maciza.
La noche estaba de tormenta, por lo que consideramos la opción de cenar en la terraza, pero el camarero nos recomendó hacerlo dentro, por si se ponía a llover. Era bastante pronto, menos de las 21:30, y ya estaba prácticamente lleno. Nos acomodaron en una mesa, y en el propio mantel, tienes la carta. Al verla, nos decepcionó un poco, porque no hay ningún plato especial, es lo mismo que puedes encontrar casi en cualquier sitio. La carta se basa en platos combinados por unos 7,50, y carnes a la parrilla: butifarra, lomo, pollo, pavo, entrecot,.... y luego alguna ensalada, calamares y alguna cosilla más.
Pedimos una ensalada tropical (5,50€), un pincho de pavo (8€), un entrecot (13,50€) y un poco de alioli (1,50€), junto con el pan (1€). Enseguida nos llegó la ensalada, grande y muy variada. Con tomate, maiz, atún, zanahoria rallada, aceitunas, remolacha rallada, palitos de cangrejo y piña. Por ponerle un pero, la piña que ponen es de bote.
A los 15 minutos llegó la carne. El pincho de pavo son dos brochetas con unos 6 trozos de carne cada una y adobados. No nos gustó mucho, quizá hubiera estado mejor sin el adobo. Y el entrecot, sencillamente espectacular. Más de 300gr de carne, muy jugoso y al punto, como a mi me gusta. Acompañado de patatas fritas, estas también congeladas. El alioli en un mortero de barro tradicional, fuerte, pero muy rico. El pan payes, crujiente y muy bueno también.
Cuando casi estábamos acabando de cenar, el restaurante estaba lleno. Al final no llovió, y también la terraza se llenó de gente.
Pedimos la carta de postres, pero no tenían nada casero, todo industrial. Yo me pedí un helado, un cono de chocolate de la marca la Menorquina. Para las infusiones y los cafés tienen una máquina, tipo las que hay en las oficinas, que no tiene pinta de hacer café muy bueno.
Pedimos la cuenta, y fueron 36,80€. Las cervezas a 1,5€ y el agua a 1,80€. No nos pareció excesivamente caro.
Resumiendo, una opción muy recomendable para cenar/comer en la playa sin muchas pretensiones. La carta es bastante corta, tienen también algunos vinos del Empordá y algún francés, y poco variada. Basicamente es carne a la parrilla, y ensaladas, pero la relación calidad precio es muy buena. Recomendado si te gusta la carne a la brasa.
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