miércoles, 3 de octubre de 2012

El Museo del Barro, La Bañeza (León)

El Museo del Barro es la típica bodega leonesa, del estilo de las que se pueden encontrar en otros municipios de la provincia de León, como en Valdebimbre por ejemplo. El teléfono para reservas es 987 656 635.

Se encuentra situado en la Avenida de Portugal 55, que es la prolongación de la salida 302 de la A6, si se coge la salida dirección La Bañeza. Queda en la acera de la derecha, justo al lado de otra bodega que se llama Las Cubas.
La fachada es toda de piedra, aprovechando la arquitectura de la casa que había anteriormente. Una vez entras, lo primero que se encuentra es el bar, con la barra a la izquierda, y de frente la entrada a la bodega, bajando unas grandes escaleras poco pronunciadas. La bodega es toda en piedra y con los techos bajos, y tiene diversas salas con mesas, tipo reservados a los lados.

Cuando llegamos estaba prácticamente vacía y nos sentaron enseguida. La carta es más o menos amplia, aunque prácticamente todo es comida leonesa, y de segundos todo carne, excepto el clásico bacalao al ajo arriero, típico de esta zona de León. No faltan los embutidos leoneses, dentro de los que destaca la cecina, aunque también el chorizo, el lomo y el jamón. Luego hay revueltos, tortilla, ancas de rana, pulpo a la gallega... un poco de todo.

Pedimos para picar media tortilla guisada (5€) y un chorizo criollo (3€). El chorizo muy bueno, aunque hay que decir que no tiene mucho secreto hacerlo a la brasa, y la tortilla no nos gustó nada. Estaba muy salada y llevaba demasiado tomate con pimentón, por lo que el sabor se hacía demasiado fuerte.
Para beber pedimos agua (1.70 1,5litros) y un vino de la tierra, Valjunco tinto 2010, D.O Tierra de León. Un vino joven, 100% prieto picudo, muy afrutado (8€).
De segundo pedimos carne de buey a la piedra para dos (24€). La carne te la sacan en lonchas muy finas, casi sin hacer, para que la hagas en una parrilla de alcohol que te ponen. Estaba buena, pero nos pareció de peor calidad que en otras ocasiones. 

Para los postres ya estábamos sin hambre, así que pedimos dos cafés (2,60€). Además, nos cobraron 2€ por el pan, con lo que la cuenta ascendió a 46,30€. No está mal 23€ por persona, teniendo en cuenta que el buey es caro y que pedimos vino (aunque no uno muy caro).

Como conclusión diremos que es un restaurante correcto, bien de precio sobre todo si lo comparamos con lo que hay en Madrid. El local es confortable porque tiene pequeños departamentos que no permiten mucha gente por lo que el nivel de ruido no es muy elevado. El servicio es rápido y atento. La zona permite aparcar con facilidad.
Como parte negativa podríamos decir que la carta no es muy variada, y que la ventilación de humos no es muy eficiente, por lo que si hay varias planchas para la carne, el nivel de humo puede llegar a ser molesto.

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