domingo, 25 de noviembre de 2012

Barraval, Barcelona

El restaurante Barraval se encuentra en el pintoresco barrio del Raval barcelonés, en concreto en la rambla de de dicho barrio. Se trata de un restaurante de cocina mediterránea moderna. Dispone de terraza, acepta cheques de comidas y también ofrece cocteles y DJ's en directo, entre otras actividades.


Nada más entrar, la primera sensación es la de un bar muy moderno, mucho diseño, vinilos futuristas en las paredes, colores oscuros y poca luz. La música no está muy alta, y el restaurante dispone de dos plantas, la baja con barra y unas 20 mesas y la superior donde se ubican los servicios y otras 15 mesas.



Enseguida nos sentamos y pedimos cerveza y agua mientras echamos un vistazo a la carta que es bastante completa. Incluye platos de la cocina española como la tortilla de patata, el jamón de bellota o los huevos estrellados o las bravas, platos de la cocina catalana como el paté de campaña, los langostinos con all i oli o garbanzos con sobrasada. Los precios no nos parecieron caros, aunque siempre hay que verlo en función del tamaño y la presentación para poder evaluar y comparar.


Nos decidimos por una ensalada de rúcula con virutas de foie y mermelada de tomate verde (8,40€), guacamole con nachos chips (6,90€), y huevos estrellados con salchichas payés y pimiento verde (7,75€).
En primer lugar nos trajeron los nachos con guacamole, una ración de tamaño normal y bien presentada, con un cuenco de guacamole y los nachos de adorno alrededor. Correcto, pero  nada de especial. Seguidamente nos trajeron los huevos estrellados. Una cazuela negra con asas, con dos huevos, patatas, pimiento verde frito y salchichas de cerdo. De cantidad y de presentación no estaba mal, pero tenía demasiado aceite, lo que hizo que no nos gustara mucho. Parece mentira que un plato tan sencillo como los huevos estrellados, se elabore bien en tan pocos sitios.

Tras un rato esperando, y ya habiendo acabado los otros dos platos, llegó la ensalada. Pensamos incluso que se hubieran olvidado de ella. Buena presentación, y muy buena de sabor, pero un tanto escasa. Y sobre todo, raro que la ensalada que apenas requiere preparación y que normalmente se pide para comer en primer lugar, llegue al final.


Como ya se nos había hecho tarde, tras un largo día de turismo por Barcelona, renunciamos a tomar un postre o infusión, y pedimos la cuenta que ascendió a 27.55. Podemos decir que no es caro teniendo en cuenta que son tres platos a la carta y dos bebidas, aunque en relación calidad-servicio-precio si parece un poco caro.



Como resumen, no se come mal, ni es caro, pero hay opciones mucho mejores en el Raval, por lo que no es un restaurante que recomendemos.

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