martes, 11 de marzo de 2014

Amadeo, Bruselas

El restaurante Amadeo se encuentra en la calle Sint-Katelijnestraat 26 - 28 (Rue Sante Catherine en francés) de Bruselas, muy cerca del centro. Se puede llegar andando desde Grande-Place en 10 minutos. Abre todos los días, pero solo para cenar, el horario es de 18:00 a 23:30. Los fines de semana a pesar de que tiene muchas mesas, se suele llenar, por lo que es mejor reservar, el teléfono es +32 (0)2-502 51 37.

Fuimos a cenar un sábado por la noche, llegamos al local sobre las 21:00h. A esa hora, ya estaba lleno del primer turno, por lo que pedimos una mesa, y nos dijeron que volviéramos sobre las 21:45h, que ya nos la reservaban. Aprovechamos para dar una vuelta por los alrededores y volvimos a la hora que nos dijeron. Nada más llegar, nos sentaron en una mesa. 

El local es muy grande, tiene dos salones separados por un pasillo y en la parte derecha del
primero hay una barra. Está decorado con estanterías y miles de libros en varios idiomas.  Junto a las estanterías, los asientos son bancos corridos de madera y en el otro lado sillas, también de madera. Los manteles son los típicos italianos, de cuadros rojos y blancos. Las lamparas son de estilo chino y tiene poca iluminación, aunque suficiente. Es un lugar muy acogedor, y a pesar de ser muy grande y que las mesas están juntas, no es muy ruidoso, aunque era sábado noche y estaba lleno.

Enseguida nos trajeron la carta y pedimos el plato típico, por el que todo el mundo va al Amadeus: "spare-ribs a volontee" y un plato vegetariano (veget schotel). La verdad es que fuera de España, los restaurantes están mucho más preparados en cuanto a vegetarianismo/veganismo. Para beber pedimos agua y un Hoegaarden.

A los 15 minutos nos trajeron los platos. Las costillas las sirven en un plato grande, acompañados de una patata asada. Es un trozo de costillar bastante grande y están muy buenas, llevan salsa barbacoa. Las costillas están muy blanditas, casi se despegan solas del hueso. 
El plato vegetariano incluye tres hamburguesas vegetales y una patata asada. Las dos cosas nos gustaron mucho. De las costillas se puede repetir, pero más de dos veces es complicado, porque el trozo que ponen es bastante grande. Y si aún fuera para comer, pero para cenar..... Repetí solo una vez, pero más por gula, que porque realmente tuviera hambre.

Cuando terminamos, pedimos la cuenta, para ir a tomar café a otro sitio y dar una vuelta por Bruselas. La cuenta, con la Hoergaarden (2,10€), el agua Evian (4,25€), una leffe blonde (3€), las costillas a volonteé (15,95€) y el plato vegetariano (13,75€) ascendio a 39,05€. Es curioso que resulta más barato beber cerveza que agua....

En resumen, un restaurante muy interesante, imprescindible para cualquier turista en Bruselas. No solo por la comida, que está muy buena, si no por lo pintoresco del restaurante con su decoración. La relación calidad precio es buena, el local es acogedor y la atención al cliente también es bastante buena. No se trata además de un sitio para turistas, la clientela es mayoritariamente local.

Como puntos negativos, destacar que la carta no es muy amplia, apenas incluye unos cuantos entrantes y cuatro o cinco segundos. Esto es sin duda debido a que el 90% de la gente que visita Amadeus lo hace para cenar costillas.
Es complicado encontrar mesa si no se reserva, y si te acomodan en el salón interior que tiene mayoría de mesas grandes, puede ser un poco ruidoso.

Cuando volvamos a Bruselas, seguro que repetiremos.

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