lunes, 11 de enero de 2016

Restaurante Parrillada Las Cañas, Molinaseca, León.


Un sábado de turismo por el Camino de Santiago en la zona de la Maragatería y el Bierzo de León, llegamos a Molinaseca a la hora de comer. Dimos una vuelta por el pueblo, que tiene mucho encanto con sus calles estrechas y sus casas de piedra, junto con su puente romano.

Asi que, estuvimos dando una vuelta mirando los restaurantes y nos decidimos por Las Cañas. El restaurante está en una casa de piedra de dos plantas. En la baja está el bar y la parrilla que le da nombre junto con algunas mesas, y en la primera planta está el comedor. Nada más entrar nos atendieron y nos ofrecieron subir al salón de la primera planta. Mejor opción, porque abajo tienen la parrilla y genera humo y olor a la carne. La decoración es rústica, con aperos del campo, las paredes en piedra y la barra en madera.

Nos sentamos, y enseguida nos trajeron la carta. Hay varias opciones, el menú del día, que incluía botillo y cocido berciano entre otras cosas, un menú gastronómico muy completo (aunque mucha comida si no tienes mucha hambre) y la carta. El menú del día es el clásico de primero y segundo con postre, pero como no teníamos mucha hambre, nos decidimos por pedir a la carta. La carta incluye diversos platos, embutidos, carnes y pescados a la brasa, pulpo a la brasa, cazuelitas de huevos rotos,... Nos decidimos por chorizo a la brasa y niscalos de temporada (frescos y cogidos en la zona) para picar, y de segundo lingote de novillo a la parrilla y huevos de corral (también de su propio corral según nos comentó el camarero). Para beber agua y copa de vino de la casa, un mencía (Viñademoya).

Enseguida nos trajeron una cesta de pan de pueblo, trozos de hogaza, que es un pan que nos encanta, y que en Madrid no se encuentra tan fácil. Sobre todo si se trata de pan de leña. Y seguidamente nos trajeron los niscalos, en cazuela de barro y con un sofrito. Riquísimos, mucho sabor y muy frescos. Se nota mucho la diferencia de comer setas de temporada a las congeladas o de cultivo. Dejamos la cazuela que casi no hizo falta fregarla.

A continuación nos trajeron los segundos. El lingote de novillo exquisito. Acompañado de patatas caseras y pimientos, una carne blandita y bien hecha. Dudaba entre pedir chuletas de cordero, pero el camarero me recomendó el lingote, y la verdad que fue un acierto. Los huevos con patatas no tan buenos, estaban fritos en un aceite demasiado usado y sabían a todo lo que se había frito previamente. 
Cuando ya estábamos acabando, y como pensábamos que se había olvidado del chorizo, le preguntamos al camarero. Nos dijo que no, que se estaba haciendo, que como es mucho más grueso que la carne, necesita mucho tiempo. Y a los 10 minutos nos lo trajo. También chorizo casero, muy bueno y no muy fuerte. Lo malo es que ya casi no teníamos hambre, y además venía también acompañado de patatas....
Luego pedimos una tarta de queso casera para compartir y también nos gusto mucho. Con mermelada por encima, muy jugosa.

Pedimos la cuenta y nos dijeron que pagáramos abajo y la cuenta ascendió a 39,80€. 1,40€ del pan, 3 del chorizo, 8,50 los niscalos, 6 los huevos, 12 el novillo, 2 del agua, 2 del vino y 5,40€ de la tarta. No nos pareció caro, y pensamos que tiene una buena relación calidad-precio. Cuando volvamos por Molinaseca, lo tendremos en cuenta.



No hay comentarios:

Publicar un comentario