miércoles, 18 de mayo de 2016

Accasadi, Roma

A las afueras de Roma, en la zona de la Via Appia y la Tuscolana, cerca de Cinecitta, se encuentra el restaurante Accasadi. La dirección es Viale Opita Oppio 70-74 y el teléfono es +39 06 769 02 771.


Al encontrarse fuera de la zona turística, el público es 100% romano y mayoría de gente joven en grupo, alguna pareja y alguna que otra familia. Nosotros fuimos un sábado y estaba lleno hasta la bandera, si no llegamos a tener reserva, nos quedamos sin cenar. Y para la reserva tienen dos turnos, a las 8:00pm o a las 10:00pm. Fuera tiene una pequeña terraza con sillones, que se utiliza para esperar mientras te preparan la mesa. Por dentro es bastante grande, en forma de L, y las mesas están demasiado juntas, casi no hay sitio ni para pasar. 

Tras una espera de 10 minutos, y tras insistir a los camareros que teníamos reserva, nos sentaron al fondo del todo, al lado de los aseos en una mesa bastante grande, una de 10 personas. Como solo eramos 5, al menos sabíamos que íbamos a estar cómodos.

El restaurante está decorado bastante moderno, con mesas de madera y con poca luz, resulta bastante acogedor. En las paredes tienen muebles de madera y lámparas colgantes. Como decía antes, las mesas están demasiado juntas, cuesta pasar de una a otra, y el pasillo principal es también muy estrecho.

Con respecto a la carta, es muy amplia y además tienen los platos del día, que los van
cambiando cada semana. Puedes elegir tanto de la carta, como de unas pizarras grandes donde indican los platos fuera de carta de esa semana. Incluyen antipasti, pastas, pizzas, platos de carne y pescado y también una buena cantidad de postres. En la carta tienen las clásicas pizzas y pastas, combinadas con algunas más innovadoras. 
Nos decidimos por fritos de verdura mixto para picar, y luego pedimos cada uno un plato: focaccia carciofi, pizza ciauscolo, pizza trevigiana, tonarelli a gricia y paccheri con marisco. Para beber te ponen agua aparentemente del grifo (aunque te cobran la botella a 1,50€ porque es agua filtrada) y pedimos una cerveza, una botella de 0,75cl de birra sveva chiara (10€).

Enseguida nos trajeron los fritos, un plato con una bandeja de freidora y un cubito de latón. Son trozos de berenjena, calabacín y patata en tempura. Estaban buenos, y con poco aceite. También nos trajeron la cerveza, que nos gustó, aunque 10€ es un precio excesivo para la cerveza, pero en Italia es bastante más cara que en España.

Al poco rato, nos trajeron la pasta para la niña, tonarelli a la gricia (11€). Y estaba espectacular, tan rica, que casi le dejamos a la niña sin probarla. Un plato generoso, con la pasta aldente y con un sabor muy bueno de una especie de panceta ahumada. Para chuparse los dedos.
Pizza ciascuolo al tartufo e patate
15 minutos después, llegaron el resto de platos. La pizza ciauscolo al tartufo e patate(9€) es una pizza con un salchicha italiana a la trufa y con trozos de patata cocida muy fina, además de mozarella. Muy rica también.
La focaccia carciofi (9€) es también una pizza, con un salchichón rojo picante (bastante picante), rúcula, pecorino y anchoas. También gustó.
La pizza trevigiana (8€) es también bianca (si tomate), y lleva gorgonzola, radicchio y mozzarella. Gustó, pero demasiado pesada con tanto queso.
Y por último la pasta paccheri (12) es una pasta corta cocinada con una salsa de cigalas y gambas, que no probé, pero que también tenía muy buena pinta.

Pedimos la cuenta porque ya se nos había hecho tarde, con cierta pena por no poder probar los postres caseros que tenían muy buena pinta y nos trajeron una frasca de licor de cereza que estaba tan rico, que nos lo bebimos casi entero. El total de la cuenta ascendió a 73,50€, unos 15€ por persona, que no nos pareció nada caro. Si me parece un poco excesivo que tres botellas de agua "filtrada" sean 4,50€, pero como no te cobran cubierto ni el pan, te sale comido por servido.

Por lo tanto es un restaurante que recomiendo encarecidamente. Como pros, la comida por supuesto, que es exquisita, y el servicio bastante atento y rápido. Como contras, la ubicación (complicado llegar en transporte público si te alojas en las típicas zonas de turista en Roma), la cantidad de gente, y que es un poco ruidoso. Pero cuando vaya a Roma, intentaré volver desde luego y probar alguno de sus deliciosos platos.







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