viernes, 21 de octubre de 2011

De pinchos por Valladolid

El fin de semana del 1 y 2 de octubre estuvimos en Valladolid, y aprovechamos para ir de pinchos por la ciudad. Ya habíamos oído que durante los últimos años se estaba potenciando mucho la cultura del pincho y que con el concurso internacional, los establecimientos se estaban esperando mucho.

En primer lugar fuimos a Los Zagales, en la calle Pasión 13, al lado de la plaza Mayor. La variedad de pinchos muy elaborados con que coronan su barra, es el problema. Tienen multitud de pinchos, cada cual con mejor pinta que el anterior, no es fácil elegir. Al final nos decidimos por un "Obama en la Casa Blanca" y una "Cigala con crujiente de espinacas y jamón". El Obama te lo presentan en un recipiente que recuerda al edificio presidencial estadounidense y en él se esconde una base de hojaldre con salsa de champiñones, huevo de corral trufado a baja temperatura y patatas quemadas deshidratadas. Simplemente, exquisito.



La cigala te la presentan y te explican que se huele, se bebe y se come. Se huele, aroma a limón. Se bebe, crema de espárragos. Y se come, una cigalas envuelta en jamón y con un crujiente de espinacas. También muy bueno. Y por esos dos pinchos, un ribera (Hito roble 2008) y un mosto, tienes que pagar 9€.

Siguiendo por la misma calle y la misma acera, entramos en el Bar-Restaurante Fortuna. Tomamos un Ribera crianza Santos Serrano (1.90), una caña(1.55), una minichapata  de solomillo al cabrales y otra de solomillo con setas (1.50 cada una) por 6,45. No estaban mal las minichapatas, pero muy lejos de los pinchos de Los Zagales.

Luego nos dirigimos al Jero, otro de los clásicos del pinchoteo pucelano. El bar está cerquita del anterior, concretamente en la calle Correos 11. Es fácil de localizar: donde haya un gran gentío en la calle. Entramos y cogimos sitio en la barra, por el camino ya pensé que pedir: bacalao con boletus. Así que pedimos el pincho de bacalao con boletus queso y pimientos, otro de boletus con jamón yorky queso, un ribera y un mosto. No tan elaborados como en los Zagales, pero muy ricos, y mucha variedad para elegir. 6.55€ fue lo que pagamos

Después dimos una vuelta, buscando alguno más, y entramos en el bar Zamora, en la calle Correos 5. La especialidad de este bar son las bravas, pero nos decidimos por otros pinchos muy apetitosos que tenían en la barra. Pedimos uno de queso de cabra con cebolla confitada y compota de naranja, otro de crema de langostinos y mariscos con pimienta y otro de milhojas de manzana con morcilla. Los tres muy ricos, y acompañandolos con un ribera y un mosto, nos salio por 8,50

Despues del Zamora, decidimos retirarnos a dormir, y al día siguiente volver al mediodia.

El domingo nos levantamos pronto, dimos una vuelta por la ciudad y nos acercamos a la taberna del Palo, en la calle San Blas. Ahí pedimos patatas rellenas, una de jijas y la otra de queso, un riberita y un mosto. Las patatas muy buenas y pagamos 6.90

Desde él nos dirijimos a otro de los que teníamos en la lista que recogimos en la oficina de turismo, la Taberna Pradera, también en la calle San Blas. El pincho que aparecía en la guia, ya no lo tenían, solo tenían raciones. Así que nos tomamos un vino y seguimos la ruta.

Llegamos al Angela, en la calle Doctor Cazalla 1. Nada más entrar y mirar la carta de pinchos, ya tienes el lío. Tienen tantos, y tan buenos pinchos, que elegir es un autentico dilema. Nos decidimos por el "Angela 25 aniversario", que es un taquito de codillo asado con piel crujiente y su jugo, acompañado de galleta chucrut con puré de patata violeta y aire de cerveza, y por un "Del jardín de Tere", que es una flor de alcachofa con corazón de mousse y jamón de pato, setas y piñones de pedrajas, sobre jardín de azafrán helado de espárragos y polvo de aceitunas. La verdad es que estos pinchos son alucinantes, unos sabores muy originales y una presentación excelente, que los camareros te explican con calma. Los dos pinchos, un verdejo y un Pradorrey Roble nos costó 7.20€ (2.20 cada pincho y 1.40 cada vino).

De ahí nos fuimos al famoso bar "La sepia", también en la calle Correos. Como ya no teníamos mucha hambre, nos pedimos media de sepia, para probarla. Aunque el bar tenía bastante gente, no tardaron mucho en ponernos la media ración. La verdad es que estaba buena, pero simplemente era sepia a la plancha con un alioli muy suave. Quizá es que al haber tomado antes las delicias de los otros bares, una sepia por muy buena que esté, no puede competir. Pagamos 6.40€ por la media ración un mosto y un ribera roble.

Y ya para terminar, entramos a "La manduca", en la calle Correos número 3. Pedimos un mosto, un Ribera roble, una piruleta de sepia rellena de gulas flambeadas y sobrasada de pure negre y un pincho de camembert con mermelada de frambuesa. No estaban malos, pero desde luego, por debajo del nivel de los anteriores. Pagamos 5€.

Así que podemos decir que el nivel de pinchos de valladolid es realmente alto. Se nota que el concurso internacional da prestigio, y que los bares se esmeran para tratar de ganarlo, y para atraer clientela. Un destino imprescindible para ir de pinchos, que no tiene nada que envidiar a otros sitios con más fama.

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