martes, 20 de diciembre de 2016

L'Unión, León

Hacía ya tiempo que habíamos tenido noticia de que en León había un vegetariano, pero por diversas circunstancias no habíamos podido acudir a probarlo. Así que aprovechando que en el puente de diciembre estábamos por allí, aprovechamos para reservar e ir un día a comer.

El restaurante está por la zona de la calle Lancia y al lado del rio Bernesga, en la calle Florez de Lemos 3, y el teléfono es 987 267 710. Es una zona tranquila a unos 20 minutos andando desde la zona de la Catedral, lejos del bullicio del Barrio Húmedo y el Barrio Romántico.

El restaurante tiene una fachada antigua y pequeña, da la impresión del bar de toda la vida con aluminio verde y cortinas blancas. Pero una vez que entras, el local tiene bastante fondo, así que hay unas 12 mesas. Como llegamos pronto solo había ocupadas dos, pero alrededor de las 15:00 llegó a estar prácticamente lleno. Nos sentamos en una mesa en la parte de la izquierda, lo más lejos posible de la puerta, porque era un día bastante frío. La decoración es tradicional, con mesa de madera, manteles de papel.. pero resulta un sitio acogedor.


Nos trajeron la carta y echamos un vistazo. No tiene carta como tal, se trata de un menú del día con primero, segundo, bebida y postre (13€) y te dan la opción de pedir medio menú, con un solo plato, postre y bebida. Aunque no hay carta como tal, el menú tiene 6 primeros y seis segundos, así que seguro que encuentras algo que te gusta. Tenían cosas como pizza con ensalada, panaché de verduras, alcachofas con verduras y huevo o seita, gnochis de avena, lasagna, arroz integral con setas y verduras... de hecho pedimos un menú y un medio menú para los dos, y el problema fue elegir que platos. Al final elegimos el panache de verduras, los gnochis de avena y las alcachofas con verduras y huevo
escalfado. Para pedir pedimos agua y una copa de vino tinto. También nos trajeron pan de dos tipos, integral y muy bueno.
El vino que me trajeron era un tinto de la provincia, Casar de Santa Inés creo que se llamaba, ecológico, que estaba bastante bueno. Además, cuando me bebí la copa me la llenaron de nuevo, y sin cobrármela posteriormente, lo cual me parece un muy buen detalle. En cambio el agua, en la mayoría de los vegetarianos te la ponen gratis del grifo, aquí te la cobran mineral.

Primero nos trajeron el panaché que consiste en un plato de verduras frescas de temporada cocidas al vapor. De esta forma mantienen todos sus nutrientes y todo su sabor, mucho mejor que si las cueces en agua. El plato incluía garbanzos, calabaza, coliflor, lombarda,.... con un poquito de aceite de oliva y sal, le dan un toque más sabroso, nos gustó.












Luego nos trajeron los gnochis de avena. Al contrario de lo que pensamos, eran 4 gnochis grandes tipo albóndiga en una cazuela de barro con tofu, puerro y bechamel de almendra con tomate especiado. A mi acompañante le gustó, pero a mi no. No era nada especial, no tenía un gran sabor, y resultaba muy pesado por la bechamel. Desde luego si te lo pides, perfectamente puede ser plato único, porque es bastante contundente.






Y para terminar, llegaron las alcachofas. Muy bien montadas en el plato, con una cama de patata cocida, las alcachofas encima y un huevo escalfado con pimentón encima de todo. Para mi, el mejor plato de los que comimos. Las alcachofas estaban muy blandas y muy sabrosas, con el aceite de oliva y el pimentón. Realmente buenas, tuvimos que pedir más pan porque rebañamos el plato hasta dejarlo casi limpio.




Entonces nos trajeron la carta de los postres, porque van incluidos en los dos menús. La carta es bastante extensa y variada, tienen tarta de manzana, de calabaza, manzanas asadas, flan de castañas, tarta de requesón,.... todo ello casero. Así que pedimos un flan casero de castañas y un mouse de mango. 

 

 Ambos nos gustaron. El flan muy cremoso, aunque no sabía mucho a castañas. La mousse también muy cremosa, ligera y con un sabor a mango realmente conseguido.

Luego nos tomamos una infusión y pedimos la cuenta, 25,60€ (13 menu + 8 medio menú + 2,80 las infusiones + 1,80 por una segunda botella de agua que pedimos). Por lo tanto nos parece una buena opción para comer en León, un sitio agradable y tranquilo, cerca del centro para poder ir andando, con comida original y sabrosa y buena relación calidad precio.

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